jueves, 8 de septiembre de 2011

La crisis griega y el ataque especulativo en la eurozona


Grecia  toma un protagonismo mediático inesperado a nivel mundial a finales del 2009 cuando el gobierno entrante a la cabeza de George Papandreu, realiza una investigación de las cuentas contables y el manejo fiscal de la administración anterior, y  se descubre que el déficit fiscal y la deuda soberana con relación al PIB eran de 12.7% y 126%  ,respectivamente. Cifras diametralmente opuestas a las que figuraban en los registros de contabilidad del país hasta el 2008 y que eran exigidas por la unión europea, que colocaba como tope un 3% de déficit fiscal y en materia de deuda soberana un 60% del PIB ,lo que en otras palabras significa que Grecia había alterado las cifras de sus balances fiscales y del gasto público, ocultando información importante al mercado e instituciones multilaterales sobre la proporción de su deuda acumulada y los ingresos que percibía. Todo ello con la finalidad de mantenerse en la zona euro y seguir acumulando deuda de los sectores financieros para sustentar un estado de bienestar que no se fundamentaba en sus estructuras productivas, mas si en sus artilugios contables y en la capacidad de maquillar su situación financiera. Este descubrimiento por parte del nuevo gobierno heleno , lejos de favorecer al país, generó una situación  de desconfianza entre los principales inversionistas, que luego se esparció como pólvora cuando las principales calificadoras Moody, Standard & Poor's y Fitch bajaron “la nota” de los bonos de deuda griega varios puntos en su escala. Ante esta situación, el gobierno de Papandreu decide actuar y aprueba el presupuesto para el 2010 en el que el país se comprometía a reducir el déficit publico de 12.7% a 9.1%, además anunciaba la implementación del plan de austeridad, medidas especiales que consistían en un incremento de impuestos, recorte de sueldos, reducción de gasto público y aumento de los años para obtener la jubilación con la finalidad de reducir el déficit fiscal  en menos de 3% al culmino del 2012. Hecho el anuncio, Atenas empieza a emitir bonos soberanos  por valor de 25.000 millones de euros para poder hacer frente a los compromisos con sus acreedores. Mientras tanto , la Unión Europea aprueba el plan de austeridad pero hace énfasis en el tema de salarios, exigiendo mayores recortes en los sueldos públicos. Las huelgas en contra de las medidas excepcionales no se hacen esperar. Los principales sindicatos paralizan el país generando pérdidas económicas a la nación helena por varios millones de euros. Como si fuera poco, la Unión Europea vuelve a pronunciarse pero esta vez lo hace para dar un ultimátum de un mes a Grecia para que sea más concreta en su presupuesto anual si es que quiere mantenerse en la zona euro. Atado de pies y manos , el nuevo gobierno que no tenía ni siquiera un año en el poder sede a la presión , aprobando nuevas medidas de ajuste reduciendo aun más el gasto corriente y sube el impuesto al valor agregado (IVA) a 21%. Lo cual genera nuevas convulsiones sociales, que  a su vez producen mayor incertidumbre entre los capitales que invierten. Viendo ese panorama gris, la UE decide crear un plan de contingencia para ayudar a Grecia debido a que los inversores se deshacen de sus activos en euro por miedo al incumplimiento de pagos, incluso en países que no habían manifestado , hasta ese momento ,  el problema estructural que padecía Grecia como: España, Portugal, Irlanda e Italia, que si bien venían de recibir un duro golpe de la crisis de las hipotecas Subprime, su capacidad de pago era  mejor que Grecia .Este hecho presiona a la baja al euro que cae a su nivel más bajo, históricamente hablando. Este escenario obliga a los 27 de la zona euro a activar oficialmente un paquete de ayuda para pagar los 8500 millones de euros solo en intereses que debía Grecia. Sin embargo, todos estos esfuerzos merman ante las nuevas calificaciones de  Standard and Poors , que el 10 de abril del 2010 sitúa el bono griego al nivel  de bono basura, el nivel más bajo. Con un clima de incertidumbre de niveles insospechados, jean Claude Trichet, titular del banco central europeo (BCE), en coordinación con los principales países del euro y el fondo monetario internacional aprueban un segundo paquete de 110 mil millones de euros para que Grecia pueda salir a flote con las deudas hasta el 2013 ,además de pedir que varios países europeos, especialmente centrales compren bonos griegos, en una clara señal de apoyo para que el euro no caiga. Pero, parece ser que las principales calificadoras están dispuestas a contradecir todas las señales de estabilidad europea, por lo que Fitch baja la calificación de Grecia a un escalón de bono basura, con esta nota, ya son dos las calificadoras que le bajan el dedo pulgar al país mediterráneo. A mediados  de agosto del 2010 , los informes sobre la economía griega reflejan una contracción de su PIB de1.5% y  una tasa de desempleo del 43% ,debido a los ajustes de aumento de salarios y recorte de gasto publico. Esto genera una situación ideal para los especuladores que empiezan a  crear incertidumbre sobre el euro y la capacidad de pago de toda Europa para que las empresas abandonen la divisa del euro, presionando a su baja afectando las inversiones de la zona euro y sus proyectos corporativos. Para adornar aun más el pastel, Fitch vuelve a bajar la calificación de los bonos soberanos griegos, por lo que técnicamente son bonos basuras. El 7 de marzo del 2011, Moodys hace lo propio bajando la calificación de deuda griega a perspectivas negativas. Con lo cual , las tres calificadoras mundiales dejan sin piso a Grecia para solicitar nuevos créditos, aumentando exponencialmente el temor de los inversionistas. El 15 de abril del 2011, el gobierno griego anuncia la aplicación del plan de privatizaciones propuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que consistía en la venta de empresas públicas por valor de 50 mil millones de euros para poder palear la deuda. Lastimosamente, informes de la oficina estadística de la unión europea (Eurostat)  el 26 de abril confirman que el déficit del 2010 es mayor al esperado llegando a 10.5%. Esto genera rumores en los mercados sobre una posible salida de Grecia de la Unión Europea que luego serian desmentidas en la reunión de emergencia de los ministros de economía europeos. Posterior a este hecho,  van a ocurrir una serie de huelgas masivas en Atenas, y una reiterada intervención de las calificadoras que van a continuar degradando el nivel de los bonos griegos , incluso por debajo del bono basura en dos escalones. El 24 de mayo del 2011, la fuga de capital deja a Grecia al borde de la bancarrota. A esto le seguirán una ola de protestas en la capital, nuevos descensos en las calificaciones , esta vez es elturno para los bancos griegos. Esto lleva a los líderes de la zona euro ,en aras de sobreguardar la integridad de la región ,a fijar la fecha de forma concreta del segundo rescate con la variante de que los bancos privados pueden participar de forma voluntaria .Sin embargo , a modo particular Alemania, Finlandia y Holanda dan un paso atrás, retractándose de cómo se piensa financiar la deuda griega, al percibirla como un gasto alto para sus respectivos países y que no les corresponde asumir, pues ellos no han generado este terrible endeudamiento. El 13 de julio del presente año , la agencia calificadora Fitch baja tres escalones por debajo del bono basura  a Grecia, al haberse postergado la cumbre para la aplicación del segundo rescate financiero debido a las reticencias alemanas. Luego de varias semanas de calvario especulativo contra el euro y los activos griegos, el 21 de julio del 2011 se aprueba el segundo rescate financiero que ascendería a 109 mil millones de euros por parte de UE y 50 mil millones por parte de la banca privada. No obstante, pese al acuerdo, muchos países europeos piden mayores garantías como es el caso de Finlandia que ha firmado una suerte de contrato bilateral con Grecia que brinde mayores garantías sobre el cumplimiento de pagos. Este mismo ejemplo piensan llevar a cabo otros países como Holanda, Austria, Eslovaquia, Eslovenia y estonia, lo que haría perder terreno al acuerdo suscrito por la UE  en su conjunto. Mientras tanto , Grecia sigue dando señales de contracción económica, esta vez de un 6.9% en el PIB del segundo trimestre. Datos que no son bien recibidos por los mercados y que ponen en riesgo los acuerdos sobre el rescate. De no solucionarse la crisis,  en la práctica Grecia podría arrastrar a toda la eurozona  a un desabastecimiento de capital , mediante la especulación de la moneda euro, que podría paralizar la producción y traería, por subsiguiente , desempleo , generando menor consumo que redundaría en un mayor volumen de despidos, cayendo en un espiral de desempleo y  reducción de la producción, lo que es en buena cuenta una recesión. Según la mayoría de analistas políticos ,esta recesión podría expandirse por el mundo como efecto contagio llegando a tener las mismas dimensiones que ha tenido la crisis de las hipotecas Subprime.

¿Los responsables de la crisis griega son los mismos de las hipotecas Subprime?               



Si bien esta es una descripción de la situación que vive Europa, y específicamente Grecia, no da luces claras de quienes son todos los implicados. Hasta ahora no sabemos ¿quiénes son los principales acreedores  de Atenas? ¿cómo Grecia pudo acumular tanta deuda sin que el FMI y la Unión Europea pudieran advertirlo?  ¿Quiénes son los que están ganando con la crisis? , y sobre todo ¿Quiénes son los que están especulando con el euro y haciéndose con sumas millonarias? Pues bien , empecemos con el siguiente análisis.
Para empezar, podríamos tomar en cuenta que para que Grecia se mantuviera en el seno de la unión europea , necesitaba cumplir con unos requerimientos mínimos en materia macroeconómica , como por ejemplo, sostener un déficit fiscal máximo de 3% y una deuda soberana techo de 60%, que como ha quedado claro, los sobrepaso de forma desmedida. Pero, ¿Cómo logró adulterar sus cifras sin ponerse en evidencia? Pues bien , dos bancos americanos estuvieron detrás de los artilugios en contabilidad y gestión del gasto público que empleo Grecia para disfrazar su sobreendeudamiento en la zona euro y seguir siendo atractiva ante sus acreedores , pese a su incapacidad para asumir los compromisos. Los nombres de estas firmas son Golman Sachs y JP Morgan Chase, las mismas entidades bancarias que originaron la crisis de las hipotecas Subprime y que resultaron beneficiados de la misma, aumentando su capital, reduciendo competencia, y haciéndose con el mercado. ¡Si! , estos mismos bancos asesoraron al gobierno ateniense sobre nuevas técnicas en materia financiera para que puedan camuflar su abultada deuda y déficit presupuestario con la finalidad de una vez adornado las cifras , poder comercializar los bonos helenos en los sectores financieros a cambio de jugosas comisiones. La idea explicada de forma simple era que Grecia fuese percibida como un país solvente para que de esa forma , pudiese solicitar créditos y financiar su déficit fiscal. Por lo tanto, Grecia emitía bonos para captar capital y Goldman Sachs Y JP Morgan Chase se encargaban de venderlos en los mercados financieros haciéndolos pasar como activos muy confiables ya que se suponía que Grecia era un país solvente. Esta mecánica permitió a Grecia gastar más de lo que percibía, acumulando deuda que superaba enormemente su capacidad de pago , mientras que los mencionados bancos americanos ganaban delirantes comisiones. También jugaron un rol importante las agencias calificadoras: Moody, Standard & Poor's y Fitch, cumpliendo su típico rol de promocionar activos riesgosos como si fueran seguros. De este modo , el mismo patrón de comportamiento que tuvieron las calificadoras y ambos bancos en el tráfico de las hipotecas Subprime se dio en el comercio de los bonos griegos.



  
 Una vez que el gobierno de Papandreu toma el poder se pone en evidencia la incapacidad de respuesta financiera de la nación y esto alarma a todos los bancos del mundo que tienen bonos del país mediterráneo. Esto hace que se genere una ola de pánico entre los inversionistas que quieren deshacerse de estos bonos y los venden a un menor precio (temiendo que Grecia no pueda pagar), pero el miedo es contagioso. Y nuevamente , las agencias calificadoras vuelven a emitir criterios de valor, afirmando que España, Portugal, Irlanda y Finlandia tienen también serios problemas fiscales con respecto a sus deudas. De esta forma , esparcen el miedo a los mercados financieros, los cuales responden deshaciéndose de sus activos en euros y refugiándose en otras monedas, con lo cual el euro es presionado a la baja. Y mientras  más intenta la UE calmar a los mercados , anunciando medidas de apoyo a Grecia y a otros países con similar historia , más bajan sus calificaciones las agencias calificadoras , generando más miedo. Este miedo permite a Goldman Sachs y JP Morgan Chase especular con la moneda euro sacando una rentabilidad mayor, sin importarles el hecho que este ataque especulativo puede mandar a la recesión a la economía mundial, como ya lo hicieron anteriormente. Pero esta historia de la impunidad financiera responde a un propósito mayor que luego analizaremos. Por lo pronto no se olviden del binomio de las finanzas: las agencias calificadoras y los bancos de las hipotecas Subprime.



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