jueves, 13 de octubre de 2011

El gobierno Obama, un producto exclusivo de Wall Street

Los responsables de las crisis económicas
Tanto la crisis hipotecaria del 2008  como la crisis de la deuda pública en la eurozona tienen una conexión que las vincula directamente. En ambos casos se puede mencionar a las mismas organizaciones y personajes como los principales autores y responsables del retroceso económico mundial. Por un lado, tenemos que bancos como  Goldman Sachs, JP Morgan, Morgan Stanley y Bank of América hicieron negocio con la venta de hipotecas sub-prime . Estas transacciones financieras se llevaron a cabo con el aval y promoción de las principales agencias calificadoras: Standard and Poors, Moodys y Fitch que sabiendo que esos productos financieros no tenían valor alguno, no obstante , les otorgaron el mayor grado dentro de su escala. A estos factores se les une el hecho de que los principales miembros del tesoro americano junto a los presidentes de la Reserva Federal combatieron la regulación del sistema financiero que hubiese impedido la comercialización de estos productos. Luego la Fed facilitó a estos bancos un dinero barato y abundante mediante la baja de los tipos de interés para que estos pudiesen hacer negocio a sus anchas con estos famosos derivados financieros. Diseminando por todo el mundo estos activos tóxicos que arrastraron al planeta a la recesión más grande de los últimos 80 años. Sin embargo, mientras el mundo se hundía en la inoperancia económica, los bancos que vendieron estas hipotecas Subprime se hicieron más grandes , eliminando competencia con la absorción de entidades financieras que quebraron por la adquisición de estos productos. Por su parte , las agencias calificadoras se hicieron con enormes comisiones por el hecho de haber promovido la venta de estos activos tóxicos.
En el caso de la amenaza recesiva en Europa también se puede apreciar la misma pauta de fraude. Goldman Sachs y JP Morgan mediante artilugios contables maquillaron las cifras macroeconómicas de Grecia, de modo tal que el país helénico pudiese solicitar créditos por encima de su capacidad de pago , engañando de esta forma a las principales institucionales multilaterales como la Unión Europea y el FMI , así como a su principales acreedores bancarios sobre su real estado económico . Una vez puesta en marcha la farsa , Goldman Sachs y  JP Morgan se asocian por segunda vez con las principales calificadoras (Standard and Poors , Moodys y Fitch) para promocionar los bonos de deuda pública griega a los principales bancos del mundo, colocándoles valores de solvencia muy altos, transando miles de millones de dólares en los mercados financieros. No debe sorprendernos que luego de estas operaciones comerciales ambos bancos y las agencias calificadoras ganasen descomunales cantidades de dinero. Incluso , después de ponerse en evidencia la incapacidad griega para hacer frente a la deuda, las principales calificadoras bajaron las puntuaciones en materia económica de otros países europeos que no se encontraban en el mismo estado crítico de insolvencia, como es el caso de España, Portugal, e Irlanda. De este modo , esparcieron el miedo entre los inversionistas y acreedores sobre una posible situación de impago generalizada en la zona euro , produciendo una sensación de desconfianza en los mercados que ha permitido a Goldman Sachs y JP Morgan especular con la moneda euro ,haciéndose una vez más con enormes cantidades de dinero.
Por consiguiente, Golman Sachs, JP Morgan, entre otros bancos, junto a las agencias calificadoras Standard and Poors,  Moodys y Fitch  no  se han contentado con solo generar una recesión mundial que ha arrojado a más de 60 millones de almas a la marginalidad en todo el mundo , como es el caso de la crisis del 2008, que tuvo como epicentro los EEUU , sino que también se han vuelto a asociar para generar fraude con el tráfico de deuda pública en Europa mediante la manipulación de las cuentas fiscales en Grecia , además de especular con el euro , utilizando la generación de pánico en los mercados financieros , todo esto con total impunidad (aprovechando la falta de disciplina fiscal de ciertos gobiernos europeos) . Cabe destacar  que la situación de desconfianza en la zona euro es tan alta debido a estos ataques especulativos que amenaza al mundo entero con el recrudecimiento de una recesión mundial de la misma magnitud que su antecesora, estimándose que se podría prolongar en el tiempo por más de 5 años. Todos estos eventos perfectamente denunciables y punibles, sin embargo, no han sido sancionados como veremos a continuación pese a que se sabe a ciencia cierta quienes son los culpables.

El ascenso de Obama al poder.
Uno de los grandes pilares del discurso de Barack Obama durante su campaña presidencial en el año 2008 era el hecho de poner fin a la avaricia y la irresponsabilidad de Wall Street  y de Washington conjuntamente con respecto a los papeles, que habían desempeñado frente a la generación y manejo de la crisis. Obama hacía hincapié en la imperiosa necesidad de regular el sistema financiero mediante el empoderamiento de instituciones fiscalizadoras que a su vez se ciñan a leyes mucho más estrictas con relación a la transparencia del flujo y comercio de activos en el sistema financiero.  Además, de plantear una completa reingeniería de los mercados crediticios, Obama prometía a su electorado aplicar sanciones ejemplares a los principales responsables de la recesión, así como una pronta reactivación de la económica mediante una política de estímulo fiscal y deducción tributaria que permitiese la creación de empleo. Como era de esperarse, la población volvía a tener esperanza en la clase política, después de la estrepitosa gestión del gobierno Bush.  Barack Obama representaba la imagen del cambio, de la superación de los prejuicios raciales y de la igualdad de oportunidades entre las clases sociales. Era la representación viviente del mestizaje, la inclusión social y de una era de recuperación económica. Lastimosamente , la realidad iba ser diametralmente opuesta.

El verdadero rostro financiero del gobierno Obama

Ni bien toma el poder el 20 de enero del 2009, Barack Obama coloca en puestos claves del gobierno a los responsables y propiciadores de la crisis económica de las hipotecas Subprime. En primer lugar nombra como secretario del tesoro (ministro de Economía) a Timothy Geithner, el mismo que fue presidente de la Reserva Federal de Nueva York  y que presionó a  AIG, la principal aseguradora de las hipotecas basura, una vez rescatada para que renunciase a su derecho a denunciar a Goldman Sachs por fraude, además de exigirle que pagase todos los seguros de impagos(CDS) a los bancos especuladores con dinero público. Obama también coloca como jefe de gabinete de la secretaria del tesoro a Mark Patterson, un ex cabildero de Goldman Sachs, y como asesor de Patterson a Lewis Sachs, ex directivo de Tricadia, entidad financiera que en su gestión apostó miles de millones de dólares en contra de las hipotecas Subprime que vendía en el sistema bancario. Como si estos nombramientos no fueran suficientes , el nuevo flamante presidente designa para presidir la Comisión de Compra y Venta de Futuros (CFTC), que es el organismo independiente que se encarga de regular las bolsas de comercio y mercado de futuros, a Gary Gensler, ex ejecutivo de Goldman Sachs, que anteriormente se había opuesto a las medidas regulatorias del sector financiero. Y una vez más , sobrepasando los límites de la realidad , el mandatario americano pone en el máximo cargo de la Comisión de Valores e Intercambio (SEC) , que es la agencia federal encargada de la supervisión de los mercados financieros , a Mary Schapiro , ex  directora ejecutiva del organismo de autoregulación de los bancos de inversión ,la misma que desde ese puesto se opuso tajantemente a la implementación de una legislación que regulase los nuevos derivados financieros , entre ellos las hipotecas basura. Además de estos escandalosos nombramientos, Obama decide la formación de un Consejo Asesor de Recuperación Económica, el cual iba a estar liderado por Martin Feldstein y Laura Tyson, ambos académicos que trabajaron para Moodys realizando diferentes análisis, además de escribir ensayos parcializados promocionando la desregulación de los derivados financieros en el gobierno Clinton. A su vez, para el manejo de la política monetaria a cargo de la Reserva Federal (Fed), el recientemente electo mandatario ratifica a Ben Bernanke, el cual no solo hizo caso omiso a las advertencias de los diferentes organismos y organizaciones, entre ellas el FBI, que le alertaron de una inminente burbuja hipotecaria en el año 2006, periodo en que se tranzaron más activos Subprime en el mercado, sino que también desestimó tales afirmaciones tildándolas de imprecisas y paranoicas. Y por último, como para cerrar con broche de oro, Barack Hussein Obama nombra como su principal  jefe de asesores económicos a Larry Summer, ex secretario del tesoro en el gobierno de Clinton, quien fue el más acérrimo opositor al establecimiento de un sistema de regulación de los derivados financieros en los mercados, haciendo apología de las virtudes y beneficios de los nuevos productos financieros, considerándolos un salto innovador para el sector de las finanzas.
A estas incomprensibles designaciones gubernamentales por parte del presidente americano , donde lejos de sancionar a los principales responsables de la crisis económica , se les premia con puestos claves de confianza , se puede añadir el hecho de que Obama viene evitando realizar una regulación de compensación bancaria , mientras líderes extranjeros han hecho grandes avances en este terreno. En el año 2009, Christine Lagarde  por entonces  ministra de finanzas de Francia junto a sus homólogos de Suecia, Holanda, Luxemburgo, Italia, España y Alemania pidieron que los países del G 20, incluyendo a EEUU, reglamentaran las compensaciones bancarias, pedido que no ha sido respondido por la administración Obama en ninguna de sus instancias gubernamentales hasta la fecha, mientras que en el parlamento europeo estas normativas fueron aprobadas en julio del 2010. Ese mismo año, la comisión de intercambio de valores de EEUU (SEC) presidida por Mary Schapiro, denunció a Goldman Sachs por fraude en la venta de hipotecas  Subprime, sin embargo, el banco llegó a un acuerdo con esta comisión dentro de los despachos, desembolsando 550 millones de dólares, que no llega ni al 5% de las ganancias que obtuvo en el 2008 con los ejercicios especulativos hipotecarios. La SEC nunca llevó hasta las últimas consecuencias la denuncia y Golman Sachs jamás ha aceptado la responsabilidad en la crisis. Otros patéticos intentos por aparentar un mayor carácter fiscalizador por parte del régimen Obama fueron los anuncios de la supuesta evaluación que estaba realizando la SEC sobre una eventual demanda civil a las principales agencias calificadoras a mediados de agosto del 2011. No obstante , la comisión luego en un acto bastante sospechoso, afirmaba  que solo se trataba de una posibilidad y que en cualquier caso no era seguro llevar a cabo el proceso pues existían pocas pruebas para sustentar la acusación.  

Balance Obama

Es importante destacar el hecho que han transcurrido más de 4 años desde que empezó la crisis de las hipotecas Subprime y casi tres desde que Obama tomó el poder  y hasta el momento todos los casos abiertos contra las compañías implicadas han acabado en absolución de las acusaciones de fraude. Y en el mejor de los casos, solo se han pagado “fianzas “ridículas” (con respecto a la proporción de las ganancias ilegítimas atesoradas) para que se retiren los cargos sin que se reconozca la verdadera responsabilidad en los eventos de la crisis.
Por tanto ,  Barack Obama ha deshonrado su compromiso con el pueblo norteamericano de regular el sistema financiero y sancionar a los principales responsables de la crisis. Todo lo contrario, ha legitimado la influencia de Wall Street en la política americana, perpetuando el sistema corrupto que ha imperado en las tres últimas décadas en el país del norte. Evidenciando con esta serie de actos que nada ha cambiado, que el statu quo permanece intacto, que la imagen del cambio era tan solo un espejismo fantasmagórico , producto de un vil pero efectivo marketing político, gestado desde las esferas del mismo inescrupuloso poder financiero , que es capaz de hundir a la economía mundial para sacar el máximo beneficio.

Un dato adicional.

El actual gobernador del banco de Italia, Mario Draghi, sustituirá en el cargo de la presidencia del Banco Central  Europeo a Jean Claude Trichet a partir del 1 de noviembre. Este dato no sería tan curioso si no fuera por el hecho que este distinguido señor fue vicepresidente por Europa de  Goldman Sachs, entre enero del 2002 y enero del 2006, periodo donde esta entidad financiera gestionó los artilugios contables de las cuentas griegas, transando millonarias sumas de deuda pública de ese país. Además de ello, este personaje tiene vínculos directos con Timothy Geithner  y Gary Gensler, hombres de confianza de Barack Obama. Esta asunción al poder de Draghi, lo único que hace es confirmar la enorme influencia de ciertos grupos financieros de Wall Street  a escala planetaria y su implacable impunidad pese a las evidentes vinculaciones de los individuos que asumen el liderazgo político mundial con actos de corrupción.














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